Muchas veces acuden a consulta personas con una gran preocupación derivada por los crujidos de sus articulaciones aunque no presentan ningún tipo de lesión.
Esta preocupación además se ve reforzada por algunos profesionales que relacionan estos ruidos con hallazgos en pruebas de imagen e incluso con dolor.
Sin embargo sabemos hoy en día , gracias a la evidencia científica actual, que la mayoría de estos crujidos son del todo normales y no tienen porqué estar relacionados con una lesión, patología o dolor.
No existe evidencia científica que relacione directamente el ruido con patología. Sin embargo estos ruidos influyen en las creencias y expectativas de los pacientes con dolor de rodilla y esto podría provocar una acentuación de sus síntomas.
En efecto en un estudio reciente de Robertson y colaboradores (2017) observaron cómo las personas con crujidos de rodilla, asociaban estos ruidos a un envejecimiento precoz. Esto le provocaba emociones negativas y conductas de evitación del ruido , modificando sus movimientos y generando miedo antes un posible movimiento que producía dolor.
Así que se hace necesario explicar a nuestros clientes/pacientes el por qué de estos ruidos.
Las causas de los crujidos pueden ser múltiples:
1- Chasquido provocado por el tendón sobre una protuberancia ósea.
2- El desplazamiento articular provoca un vacío en la cápsula articular, esto a su vez hace que el gas generado dentro del líquido sinovial colapse y haga «POP».
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3- Flujo sinovial normal en la parte posterior de la rótula puede producir crépitos.
Así que no deberíamos asociar los ruidos articular con una patología sino todo lo contrario.
¡Si tus rodillas crepitan probablemente estará bien lubrificada!
